lunes, 28 de marzo de 2011

“No es bueno entrar en conflicto”

por: Valeria Lizeth Alejandre Perez
Si de algo en la vida podemos estar seguros, es que no es bueno entrar en conflicto de ningún tipo y bajo ninguna razón. Habrá quien diga, que en algunas ocasiones no hay otro camino a seguir más esto como todo; es objeto de juicio.
Las confrontaciones lo único que dejan son secuelas, independientemente si existieron aparentes motivos o no; para llegar a ella. A veces la decisión no se toma con lentitud pues las supuestas razones, hacen suponer que urge tal o cual acción.
Los enfrentamientos pueden ser de varios tipos, con uno mismo, entre individuos o entre agrupaciones sociales, etc. Todos son meramente dañinos, ni a cual irle; uno es el malo y el otro es el peor. La oposición surge de improviso, a veces sin razón alguna.
Nos damos cuenta, que ser conflictivos es una acción negativa. Ya que el objetivo es anular, acabar, invalidar, al otro, en consecuencia el antagonismo no es bueno. Incluso hay quienes abusando de su poder, demuestran mayor agresividad.
A veces los conflictos con uno mismo, nos lleva a equivocarnos en nuestras decisiones. Es como si la consciencia tuviera dos voces que la llaman. Conocemos la trillada idea, del diablito y angelito que nos hablan al oído.
También sabemos de la lucha entre grupos étnicos o sociales, que han llegado a la exterminación entre ambos. Surge una guerra entre ellos, sin motivo y sin algún hecho razonable; que ampare esta determinación. Para el caso es lo mismo, la idea es lograr la victoria.
Tal es la situación que impera entre gobiernos y naciones, que de las acciones verbales pasan a producirse daño físico. Los enfrentamientos ocurren a diestra y siniestra, casi siempre el poderoso acaba por vencer. La ola de destrucción y muerte es lo que queda.
Ya conocemos de sobra, que el respeto al derecho ajeno es la paz. Solo que esta máxima queda en el olvido, cuando los intereses son enormes y la ambición es mayor. Así que se opta por la lucha y la agresión, teniendo como consecuencia los resultados ya conocidos.
Esperamos que las confrontaciones queden en el olvido. Que los enfrentamientos, sean estos de cualquier tipo queden atrás pues impiden crecer con libertad. Los individuos y las naciones, no estarán en armonía; si no impera el respeto.
Ojalá que las almas atribuladas por diversas razones, encuentren la paz interior. De otra manera, no se podrá dar el fruto esperado. Un espíritu acongojado por estas cuestiones, no se mantiene en fortaleza y el desanimo lo afecta; haciéndolo caer en errores.
Que El Omnipotente envíe su Gracia Santificante, para que impere el orden de ideas y estas sean en beneficio de la paz. Ya es tiempo de amar y mostrar serenidad, la guerra es para entes del mal que no confían en la luz de la razón. El Señor nos otorgue sabiduría, para nunca más tener un corazón conflictivo. Así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario